Siempre nos hemos cruzado, desde hace muchos años. A veces, hemos coincidido bastante, en otras ocasiones, el contacto ha sido más fugaz. Pero siempre me alegra encontrarme con tu sonrisa. Siempre agradezco el cariño con el que te detienes. Esa calidez que muestras. Cuando alguien me contó lo que se le había ocurrido a una hermosa brujilla de pelo rizado para regalar a su compañero de vida, lo primero que pensé es cuánto amor existe en vuestro pequeño-gran universo, ahora poblado, además, de fantásticos seres diminutos que, por arte de magia, van creciendo lentamente, haciéndose a nuestro lado. Así que, por supuesto, feliz cumpleaños, querido Miguel Ángel, pero, sobre todo, feliz Amor.
¡Ah! Cómo no, mi gato Luca también te desea lo mejor.
Nos vemos pronto...
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